La madurez digital, el gran objetivo de la sanidad pública
Un estudio de la Federación Española de Empresas de Tecnología Sanitaria (Fenin), en colaboración con la Fundación COTEC, ha analizado la madurez digital de los 17 servicios de salud autonómicos, llegando a la conclusión de que dichos servicios presentan un “índice bajo” de transformación digital.
Los resultados del estudio determinan que la madurez digital general de los servicios de salud es baja, ya que se sitúa en el 31,7 %. Este porcentaje procede de la puntuación alcanzada por las respuestas a 40 preguntas formuladas en el estudio: de un máximo de 2.632 puntos posibles, dichas respuestas han sumado 834 puntos.
Esta información cuantitativa se ha obtenido, principalmente, de los responsables de las direcciones de los sistemas de información de los Servicios de Salud de las distintas comunidades autónomas. El proceso se ha llevado a cabo con anterioridad a la crisis sanitaria provocada por la COVID-19. El estudio Índice Fenin de Madurez Digital en Salud se ha centrado en el grado de desarrollo e implantación de herramientas, modelos y servicios digitales.
Pasos efectivos y medibles
“Vemos necesario impulsar planes estratégicos de digitalización, que cuenten con partidas de financiación específicas, así como medir y evaluar de forma permanente con el objetivo de promover medidas que permitan alcanzar los objetivos estratégicos”, ha señalado la secretaria general de Fenin, Margarita Alfonsel, ante la aparición del estudio.
Si bien el índice global obtenido por el sistema es bajo, Alfonsel también ha destacado que en el caso de algunos servicios es alto, como por ejemplo en la gestión de citas, en el acceso a la historia clínica electrónica por parte de los profesionales, o en la prescripción electrónica.
Por su parte, el director general de COTEC, Jorge Barrero, ha mostrado su preocupación por la alta variabilidad en la madurez y el grado de adopción de servicios y tecnologías digitales detectado entre las diferentes comunidades autónomas. “Tanto los ciudadanos como los profesionales disponen de servicios digitales en salud diferentes en función de dónde residen, ni la disponibilidad ni el grado de desarrollo tecnológico son lo bastante homogéneos”, ha precisado.
Estrategia nacional, implementación local
El estudio recoge las cuestiones señaladas por Margarita Alfonsel y Jorge Barrero. Para afrontarlas recomienda el desarrollo de “un marco común, una Estrategia de Salud Digital de ámbito nacional, acompañada de los mecanismos de financiación en colaboración con las organizaciones prestadoras de servicios sanitarios”. Con este fin reclama “una visión estratégica general y una adaptación y actuación local”. Para ello se requiere de “un mayor liderazgo político que garantice un desarrollo armónico en todas las comunidades autónomas del Sistema Nacional de Salud”.
El Índice Fenin de Madurez Digital en Salud ha analizado cuatro grandes ámbitos: infraestructuras IT de salud digital, servicios para profesionales, servicios para pacientes, y sistemas analíticos.
Cada uno de estos cuatro ámbitos presenta resultados distintos.
Infraestructuras
El índice de madurez digital en el apartado de infraestructuras es del 42,6%. Es el más elevado de los cuatro ámbitos estudiados, pero aun así es bajo en relación con el objetivo de la transformación digital.
De todos los elementos analizados bajo este epígrafe, 2 se sitúan por encima del 50%. Son las tecnologías de aplicaciones para pacientes y la disponibilidad y recuperación 24x7 de los sistemas.
Servicios como interoperabilidad, dispositivos de acceso a la información o gestión de los procesos de gobierno de las TIC se sitúan en el entorno del 40 %. Por última destaca, por su baja madurez, el desarrollo de plataformas de persistencia de datos.
Profesionales
Este índice es el segundo más alto de los cuatro ámbitos considerados en el informe, con un 41,3%. El análisis ha puesto de relieve la existencia de un importante desarrollo de los servicios digitales para profesionales en los primeros estadios de madurez.
Sin embargo, la implantación de tecnologías avanzadas y los casos de uso más sofisticados son muy incipientes y desiguales. Esto limita que los profesionales puedan obtener el valor esperado de la transformación digital.
De todos los servicios, el más maduro y extendido es el acceso a la historia de salud por parte de los profesionales, con un 60%. En este terreno destaca la consulta de la historia clínica electrónica y la petición y prescripción electrónicas. Cabe señalar también el amplio uso de documentos electrónicos, imagen digital no radiológica e información electrónica en texto libre.
Pacientes
El índice de madurez digital en el apartado de pacientes es del 22,8%. De modo excepcional, la gestión de citas y acceso a la receta electrónica es el servicio con mayor desarrollo, con un nivel de madurez del 70,6 %. El resto de los servicios digitales para pacientes, quedan muy por detrás. Las consultas de la historia de salud están limitadas por la disponibilidad de acceso a través de dispositivos móviles.
Además, la dificultad en la incorporación de datos de salud en la historia clínica electrónica limita la cantidad de información integrada del paciente, que continua dispersa entre diferentes sistemas de distintos proveedores sanitarios.
Sistemas Analíticos
El índice de madurez digital de Sistemas Analíticos es el más bajo de los cuatro ámbitos estudiados: el 17,8%. Los datos y su análisis son el epicentro de la transformación digital de los sistemas sanitarios. Favorecen la adaptación y creación de nuevos procesos tanto en relación con los ciudadanos y como en la gestión clínica.
Los sistemas analíticos tradicionales, estáticos y retrospectivos están dando paso a soluciones con capacidad predictiva y prescriptiva en tiempo real con soluciones que incluyen la Inteligencia Artificial.
Estos sistemas son la gran asignatura pendiente dentro de la transformación digital de los servicios de salud y, a la vez, una de las áreas donde se abre un mayor número de oportunidades de desarrollo en el futuro.