Sobre la supuesta falta de profesionales TIC en Asturias
Reflexión de un compañero de profesión acerca de la situación laboral de los Ingenieros de Telecomunicación en Asturias
El pasado lunes 4 de febrero, LA NUEVA ESPAÑA publicó una entrevista en la que el director de una compañía tecnológica presente en el Principado de Asturias indicaba que el motivo por el que las empresas TIC no crecen más es la falta de personal cualificado. Esta supuesta falta de personal cualificado en la región es un tema recurrente, y cada cierto tiempo aparecen noticias en este medio, como el pasado 7 de diciembre de 2018 ("Alarma en las Tic por falta de profesionales") o el 1 de octubre de 2017 ("Las grandes empresas alertan de la falta de profesionales para puestos técnicos").
Desde Madrid, ciudad a la que, como carbayón que soy, me he visto obligado a emigrar por motivos profesionales a los 24 años, llevando conmigo mi titulación en Ingeniería de Telecomunicación de la Universidad de Oviedo y un Máster en Ingeniería Eléctrica de una universidad estadounidense, leo con absoluto asombro y, por qué no decirlo, también cierto enojo, estas afirmaciones realizadas por directores, gerentes, portavoces y distintos representantes de empresas (desde PYMEs a multinacionales). Resulta, cuando menos, sorprendente esta supuesta falta de profesionales en el mundo TIC en una región cuya universidad, pública, y con unos precios de matrícula entre los más reducidos de todo el territorio nacional, oferta casi 400 plazas anuales en grados de Informática y Telecomunicaciones. Dado que la tasa de abandono en las Ingenierías es el 42% (tal y como informó LA NUEVA ESPAÑA el 11 de enero de 2019), el resultado es que el mercado TIC asturiano dispone anualmente de 200 egresados (sin contar con los alumnos provenientes de FP), deseosos de encontrar su primer trabajo y labrarse su porvenir uniéndose así a los 7000 empleados restantes del sector TIC en Asturias.
Parte de mi enfado con este tipo de noticias viene dado porque nunca se indican los sueldos que las compañías están dispuestas a ofrecer a sus nuevos trabajadores, lo cual me invita a pensar que, precisamente, altos no son. Y ahí radica el quid de la cuestión. ¿Se están buscando profesionales con experiencia además de formación a precio de "becario" (con todos mis respetos hacia los becarios, puesto que el firmante de esta carta en su día fue becario de la multinacional española para la que hoy trabaja)? No hace falta ser director ni gerente para saber que va a ser muy difícil encontrarlos, cuando en Madrid o Barcelona los salarios ofrecidos duplican los del Principado.
Hace no mucho un compañero de trabajo, estudiante de doctorado en economía, me contaba que cierta escuela de negocios de prestigio de Madrid suspendía los trabajos a todos aquellos alumnos que en los planes de viabilidad de sus empresas contaban con cualquier tipo de subvención pública en búsqueda de viabilidad. Y en cierta medida, esta supuesta falta de profesionales, que no es más que una oferta de salarios muy inferior a la de las comunidades competitivas de España, me recuerda a una subvención.
Si una empresa TIC necesita a un profesional cualificado a precio de aprendiz para ser competitiva, quizás la principal traba para el crecimiento no sea la falta de talento en la mano de obra, y sí en las cúpulas directivas.