La gestión ambiental se impone en todos los sectores y el de las telecomunicaciones no podía ser menos. Para aquellos que quieran conocer, de manera amplia, cuál es el impacto de este tipo de gestión en las organizaciones, así como los mejores casos de aplicación, la Comisión Europea dispone del siguiente documento: Best Environmental Management Practice in the Telecommunications and ICT Services sector.
El documento ha sido elaborado por el Joint Research Center (JRC), el servicio de ciencia y conocimiento de la Comisión Europea, con el apoyo de expertos técnicos y partes interesadas del sector a través del foro de un grupo de trabajo técnico.
Fuente de inspiración
Se trata de un denso informe de más de 300 páginas en el que se describen las técnicas consideradas como Mejores Prácticas de Gestión Ambiental (MPGA) en el sector de servicios de telecomunicaciones y TIC. Su objetivo es ser una fuente de inspiración y orientación para cualquier empresa del sector que desee gestionar mejor su impacto ambiental.
Más adelante, su contenido técnico será utilizado para el desarrollo de un Documento de Referencia Sectorial EMAS (acrónimo inglés de Sistema Comunitario de Gestión y Auditoría Medioambientales) para el sector de Telecomunicaciones y Servicios, TIC que será adoptado oficialmente por la Comisión Europea.
Las mejores prácticas de gestión ambiental (MPGA) descritas abarcan los esfuerzos de todos los proveedores de servicios de telecomunicaciones y TIC, es decir, operadores de telecomunicaciones, empresas de consultoría de TIC, empresas de procesamiento y alojamiento de datos, desarrolladores y editores de software, radiodifusores, instaladores de equipos y sitios de TIC, etc.
Igualmente, aquellas organizaciones que almacenan y procesan grandes cantidades de datos de sus clientes, cadena de suministro y/o productos (por ejemplo, administraciones públicas, hospitales, universidades, bancos, etc.) también pueden encontrar varias MPGA relevantes para sus actividades.
Centros de datos
Uno de los ámbitos tratados en el informe que merece una atención muy destacada es el de los centros de datos. En este sentido, se hace un repaso exhaustivo de las diferentes categorías de estas infraestructuras y de las cuestiones ambientales más importantes que les afectan, así como de la literatura de referencia existente sobre el tema.
También se estudia de qué modo encajan las MPGA en los centros de datos existentes. Asimismo, se abordan cuestiones cruciales como la implementación de sistemas de gestión energética en este tipo de infraestructuras, así como la mejora de la circulación del aire y la refrigeración, o el ajuste de parámetros como la temperatura y la humedad.
Finalmente, se repasan los factores que contribuyen a obtener centros de datos con equipos de bajo impacto ambiental y cómo las MPGA pueden ayudar a construir nuevos centros o incluso a remodelar los existentes con buen criterio. En este sentido se abordan cuestiones como la ubicación geográfica -muy relacionada con el impacto ambiental- el uso de fuentes alternativas de agua y la reutilización del calor generado en este tipo de instalaciones.
Para cada buena práctica recogida se ofrecen estimaciones sobre los costes operativos, la inversión necesaria para llevarla a cabo y el retorno de la inversión.
Redes de telecomunicaciones
Otro ámbito que el informe también trata con profundidad es el de las redes de telecomunicaciones. Para hacerlo, procede del mismo modo que con los centros de datos; es decir, analiza las distintas tipologías y categorías, las pone en relación con las MPGA relevantes y luego ofrece una explicación detallada de distintas propuestas de mejora.
Igualmente, la eficiencia energética en unas redes cada vez más extensas juega un papel destacado. Y, como sucede en el caso de los centros de datos, la nueva construcción o la reparación de redes es vista como una gran oportunidad de “actualización ambiental”. Uno de los factores específicos de este ámbito es el de los campos electromagnéticos, que en los últimos años ha suscitado preocupación, desde algunos sectores, en relación con su influencia en la salud humana.
Para este caso el informe recomienda como buena práctica que en cada etapa del ciclo de vida de los transmisores o receptores inalámbricos (antenas de red, dispositivos de usuario final, etc.) se deben implementar acciones para que la información sobre el cumplimiento de los límites de exposición a los campos electromagnéticos esté disponible para el público.
Una tabla muy útil
A diferencia de otros documentos similares, las conclusiones de este exhaustivo estudio no contienen reflexiones más o menos abstractas sino que, en coherencia con el resto de las páginas, tienen un contenido eminentemente práctico y útil.
Este contenido es una tabla que enumera los indicadores clave para cada MPGA identificada junto con y los benchmarks de excelencia correspondientes. Algunas MPGA son muy complejas en contenido, pero otras son más simples.
A título de ejemplo de esta última tipología se puede señalar, la MPGA denominada uso de energías renovables y de bajo contenido en carbono.
Para este caso se recomiendan distintos indicadores clave, entre ellos la proporción de electricidad renovable producida en el sitio sobre el uso total de electricidad expresada en un porcentaje, o el contenido de carbono de la energía utilizada, que es igual a las emisiones de CO2eq. por el consumo de energía de la instalación (kg CO2eq) / consumo total de energía (kWh). El benchmark de excelencia es que el 100% de la electricidad utilizada proviene de fuentes de energía renovables (ya sea comprada o producida en el sitio).
En definitiva, este es un documento de referencia tanto para administraciones como para organizaciones privadas que quieran llevar a cabo la mejor gestión ambiental posible en el dominio de las TIC.
[Foto: Lukas/Pexels]