Cuando decidí convertirme en Ingeniera de Telecomunicación lo hice porque quería vivir en primera persona momentos tan apasionantes como este. De igual modo que viví en primera persona la revolución de las energías renovables, desde sus inciertos primeros pasos hasta su protagonismo en la actualidad, guardo con expectación los cambios por llegar.
He aquí, por consiguiente, una de las singularidades de la Ingeniería de Telecomunicación: la capacidad de entender cambios tecnológicos vertiginosos y la flexibilidad para afrontarlos. Las Telecomunicaciones, al fin y al cabo, son los caminos por los que transita el mañana.
Sin embargo, una profesión que debería convocar a las nuevas generaciones tanto desde un punto de vista aspiracional como práctico siendo una de las carreras más demandadas, ha visto cómo en España sus vocaciones se han contraído por encima del 30% en los últimos 10 años.
Para ello, debemos conseguir transmitir mejor la emoción y las oportunidades asociadas a las Telecomunicaciones; su alta empleabilidad o la amplitud cada vez mayor de nuevos campos de interés (desde la bioingeniería hasta la robótica o la Inteligencia Artificial). Este formidable desafío requiere el concurso de todos, y permítanme esta ocasión para recordar la necesidad y sobre todo la oportunidad de atraer también al talento de las mujeres.
En este sentido, también quiero aprovechar esta oportunidad para agradecer todas las iniciativas que se desarrollan desde el COIT, en particular publicaciones como BIT que juegan un papel muy relevante interconectando los a veces distantes mundos universitario, científico y empresarial.
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Arantza Ezpeleta
Ingeniera de Telecomunicación. Chief Technology and Innovation Officer de Acciona