La situación, aunque cada vez más normalizada, ha cambiado nuestro ritmo de vida y hace que sea más habitual quedarse en casa y buscar otras alternativas de ocio. Sin duda, una de las más preferidas por todos es ver algunas películas que siempre tuvimos pendientes. Este octubre, el Foro Histórico de las Telecomunicaciones añade a su catálogo nuevas incorporaciones de historias que reflejan la importancia de esta profesión. A continuación te mencionamos algunas de ellas:
Esta obra cumbre y pionera en el cine de ciencia ficción fue premonitoria para muchos de los elementos que las telecomunicaciones han hecho posibles décadas después, como las videoconferencias, cada vez más habituales en nuestro día a día. Cabe destacar que el mismo año en que John Logie Baird, mediante el uso de líneas telefónicas, transmitía imágenes de televisión entre Londres y Glasgow, el público que asistía a las proyecciones de Metrópolis veía en pantalla de cine un videoteléfono.
Esta historia, hoy convertida en clásico de culto, nos sitúa en un 2026 que cada vez nos parece más cercano. En Metrópolis, la sociedad se divide en dos clases, los ricos; y los obreros, condenados a vivir en condiciones dramáticas recluidos en un gueto subterráneo, donde se encuentra el corazón industrial de la ciudad. Un día el hijo del todopoderoso gobernante descubre los duros aspectos laborales de los obreros tras enamorarse de una muchacha de origen humilde. El hijo entonces advierte a su padre que los trabajadores podrían rebelarse.
Fritz Lang fue un autor visionario y con esta cinta tan icónica, en 1927 se anticipó a muchos de los elementos tecnológicos de uso cotidiano con los que contaríamos en el siglo XXI.
La cinta de Richard Haydn nos dibuja un mundo en el que la radio está a punto de sufrir un cambio de paradigma en cadenas y patrocinadores que se oponían firmemente a los programas grabados argumentando que el público no apoyaría la radio "enlatada", pues había algo mágico en la radio en vivo.
En los Estados Unidos de 1950, había una o varias radios en todos los hogares, y eran el principal entretenimiento de la población. Bing Crosby interpreta a un autor de canciones algo golfo que prefiere salir de noche antes que trabajar en su nuevo espectáculo, provocando la desesperación de su productor.
Esta película nos presenta situaciones reales, como, por ejemplo, cómo unos palos de golf institucionalizaron la grabadora de bobina en la radiodifusión, inspiraron la grabación multipista en los estudios de sonido e impulsaron el magnetoscopio o VTR (Video Tape Recorder).
La ópera prima de Alejandro Amenábar explora de lleno el oscuro mundo de las snuff movies. El realizador madrileño construyó con su primera película un relato de terror psicológico contado a través del VTR y la cinta VHS (Video Home System) como herramienta principal. Fueron, por cierto, sendas revoluciones que alteraron por completo el consumo doméstico en 20 años.
Del VTR se derivaría el VCR (Video Cassette Recorder) que cambió los hábitos televisivos, suscitó nuevas preguntas sobre el derecho de autor y desencadenó la primera "guerra de formatos".
La película nos presenta a Ángela, una estudiante de Imagen, que está preparando una tesis sobre la violencia audiovisual. Como complemento a su trabajo, su director de tesis se compromete a buscar en la videoteca de la facultad material para ella, pero al día siguiente es hallado muerto. Ángela conoce a Chema, un compañero experto en cine gore y pornográfico, y a Bosco, un extraño chico, amigo íntimo de una joven asesinada en una snuff movie.
Todo un thriller oscuro y sesudo en el que la tecnología y las comunicaciones sin duda desempeñan un papel esencial.
Nancy Meyers firma esta divertida comedia en la que un anticuado Robert De Niro debe aprender a reinventarse en el mundo digital en el que funcionan las tecnologías actuales. Un hilarante relato que pone de manifiesto la transformación digital tan grande que ha sacudido los cimientos en varios campos de la vida durante las dos primeras décadas del siglo XXI.
Esta cinta se centra especialmente en los fenómenos de la empresa emergente (startup) y el comercio electrónico (e-commerce), y lanza un mensaje para reducir la brecha digital generacional: cómo los nativos digitales pueden aprender de la experiencia de un inmigrante digital, y viceversa.
En esta película, Anne Hatthaway interpreta a la joven dueña de un exitoso negocio online dedicado a la moda, que acepta a regañadientes que la compañía contrate, como parte de un programa laboral, a un hombre de setenta años como becario senior (De Niro). Sin embargo, poco a poco irá dándose cuenta de lo indispensable que puede volverse para la empresa.
Con una temática y un título similar a la anterior película, en esta ocasión también se hace referencia al mundo digital y a su relación con los comercios actuales.
Esta película firmada por Shawn Levy nos presenta a Billy y Nick, interpretados por Owen Wilson y Vince Vaughn, dos comerciales cuarentones que se han quedado sin empleo. Convencidos de que deben reinventarse para poder sobrevivir, entran como becarios en un programa del gigante Google. Allí se verán obligados a competir con jóvenes veinteañeros, universitarios brillantes mucho más listos y más familiarizados que ellos con el mundo digital.
La película muestra un auténtico retrato situacional de cómo las tecnologías digitales, y especialmente Google, dominan gran parte de los e-commerce. Un detalle reforzado en enero de 2013 por la revista Fortune, que señaló a la empresa Google como el mejor sitio para trabajar, por tercera vez desde el año 2007.
Al mismo tiempo, gracias a su intención de reflejar la realidad, la película sirve como un acceso VIP a la manera tan peculiar y libre que tienen de trabajar los ingenieros en Google.
La última incorporación de este mes al Foro Histórico de las Telecomunicaciones es otra pieza de cine clásico. Esta película de 1957 dirigida por Walter Lang nos presenta de nuevo a Spencer Tracy y Katharine Hepburn juntos en la pantalla, una de las parejas más icónicas de la década de los 40 y 50. En esta ocasión, una mujer de prodigiosa memoria, tiene a su cargo los archivos de una importante cadena televisiva. Pero, cuando llega a la empresa el ingeniero que acaba de inventar un revolucionario cerebro electrónico, la incertidumbre se apodera no sólo de ella, sino también de todos los empleados, que temen perder sus puestos de trabajo.
Es casi una película premonitoria de cómo las tecnologías han ido sustituyendo a lo largo de las décadas trabajos que solamente podían hacerlos los seres humanos. Podemos relacionarla con un hecho histórico concreto, en noviembre de 1956, cuando el ordenador era conocido como 'cerebro electrónico' y la informatización hacía peligrar los puestos manuales.
Uno de los planos más icónicos de la película nos muestra un IBM System 700 desplegado sobre un tapiz de Mondrian. Tecnología y arte para un inicio en Cinemascope.
Esos son solo algunos de los ejemplos que podrás encontrar en la web del Foro Histórico de las Telecomunicaciones, en su apartado de Filmoteca.