Las aplicaciones móviles han tenido y continuarán teniendo una importancia fundamental en la gestión de la pandemia de la COVID-19. Desde el inicio de la emergencia sanitaria los epidemiólogos han necesitado conocer los patrones de expansión de la enfermedad, un objetivo al que han contribuido las 'apps'. También han ayudado a reducir el riesgo de contagio y a atender mejor la acumulación de peticiones de información sobre el coronavirus por parte de la población.
La primera región del mundo donde estas ventajas se han puesto de manifiesto ha sido el este de Asia. Concretamente en China, en donde el gigante del comercio electrónico Alibaba Group ha utilizado una aplicación de uso masivo ya existente para abordar la crisis sanitaria desde el inicio.
Después de constatar el éxito de las aplicaciones asiáticas, la Unión Europea ha reclamado también la construcción de un escenario donde las aplicaciones para combatir la pandemia tengan protagonismo.
Una diferencia importante entre la iniciativa europea y las asiáticas, aparte de que las segundas han tenido un uso masivo y efectivo, es la voluntariedad de las europeas frente a la obligatoriedad establecida por China y Corea del Sur.
Otro aspecto muy destacado en el ámbito Europeo es que se ha abierto un debate entre dos grandes modelos para la adopción de las aplicaciones: el modelo centralizado por los gobiernos, con una cierta erosión de la privacidad, y el descentralizado, donde esta se preserva gracias a la encriptación. La protección de datos es una preocupación central en la UE.
Uso de aplicaciones en España
En nuestro país, el Gobierno ha puesto en circulación una aplicación oficial: Asistencia COVID-19 con una triple finalidad: permitir que el usuario puede realizarse un autodiagnóstico y, al mismo tiempo, descongestionar los teléfonos de atención sanitaria y ofrecer información de confianza a la ciudadanía.
Algunas Comunidades Autónomas también han desarrollado sus propias aplicaciones. Es el caso de Cataluña, la primera en hacerlo; Madrid con CoronaMadrid, o el País Vasco con COVID-19.eus.
Por otra parte, Canarias ha sido escogida para la puesta en marcha en el archipiélago del proyecto piloto de una aplicación móvil de rastreo de contagios por coronavirus. Esta 'app' registra los movimientos de las personas que han contraído el virus y avisa a sus contactos de que han podido estar expuestos a un posible contagio, lo que contribuye a controlar la expansión de la pandemia. Además, es interoperable en toda la Unión Europea.